En 1951 se creó en Burgos el Grupo Espeleológico Edelweiss (Servicio de Investigaciones Espeleológicas de Burgos), lo que le convierten en el grupo más antiguo creado en Castilla y León y unos de los más veteranos de España. Entre sus objetivos se encuentra el estudio del Karst de la provincia de Burgos, la conservación del patrimonio espeleológico de la provincia de Burgos así como el mantenimiento del catastro espeleológico de la citada provincia. Al hilo de este último, el grupo inició hace cuatro años la catalogación del patrimonio subterráneo de nuestra provincia, lo que les ha llevado a identificar más de 2.800 cavidades, de las cerca de 3.000 que se estima que existen. Este catálogo, que se encuentra a disposición del público en general, es accesible a través de la página del propio grupo www.grupoedelweiss.com
En el caso de la localidad de Oña se han catalogado un total de 19 cavidades que para su mejor localización nosotros hemos agrupado en cinco sectores. El sector de la Horadada recoge cuatro: cueva la Collada, cueva de la Horadada, la singularidad kárstica de la Horadada y cueva Cuevarana. En el sector del desfiladero del Oca nos encontramos con cueva Colgada, cueva la Blanca, cueva de santa Ana y cueva del Caballón con dos entradas. En el propio núcleo urbano de Oña o muy cercano a él están el abrigo de la Estación, el abrigo de la Cadena (covachones), la cueva de la muralla de Oña, la surgencia del manantial del monasterio y la gruta de san José. Cercanos al camino de la Sierra que parte de Oña por Valdeperros se localizan la cueva de la Vírgen y la cueva de la Mora. Y en la ermita de san Vitores tres pequeñas cuevas artificiales.
Aunque su tipología es muy desigual, destaca por su mayor desarrollo el de la Mora con 146 metros de desarrollo y un desnivel de -42 metros. O el de la Blanca con 45 metros.
Si nos atenemos al legado arqueológico que nos han proporcionado nos debemos fijar en las del Caballón y en la Blanca. Entre 1915 y 1923 fueron descubiertas e investigadas por tres jesuitas del Colegio Máximo san Francisco Javier de Oña, José María Ibero, José María Rodríguez y Miguel Gutiérrez. La primera de ellas aporta piezas líticas como buriles, raspadores y escotaduras, y sobre todo óseas. Aquí, el material aportado es de los más notables de todos los encontrados en la Meseta Norte, con piezas de una calidad apreciable como un bastón perforado, pieza única en su género. El problema que presentan es que la ausencia de referencias estratigráficas o la falta de indicaciones actuales a su origen hacen que su adscripción a un momento cultural concreto sea casi imposible de hacer con plena seguridad.
El material gráfico que acompaña la presente entrada se ha obtenido de la web del grupo Edelweiss anteriormente reseñada.
Acceso a la cueva Colgada en el desfiladero del río Oca.
Acceso a la cueva la Blanca
Desarrollo de cueva la Mora