A medio camino entre Poza de la Sal y Oña se encuentra el Valle de Caderechas, formado por pueblos como Quintanaopio, Herrera de Valdivielso, Rucandio, Huéspeda, Madrid de las Caderechas, etc. Si algo hay que destacar de este hermoso valle es la tranquilidad y sosiego de sus pequeños pueblecitos, la frondosidad de su vegetación y la exquisitez de sus frutos: cerezas, ciruelas, peras, manzanas y variadas verduras. Y son precisamente las cerezas las que le han dado verdadera fama, atrayendo a multitud de visitantes en el período de floración de este árbol, cuando un tupido manto blanco cubre las faldas y laderas de sus montañas.
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