Naturaleza. Senderismo. La seguridad que proporcionan los grandes espacios al aire libre. Esto lo podemos encontrar en Oña, y más concretamente en la ruta de senderismo que discurre a través del desfiladero del río Oca. Fácil y accesible para todos los públicos. Sin ninguna dificultad orográfica parte del mismo casco urbano de la villa y se adentra en un circuito lineal de unos 3 kilómetros de longitud total. Paralelo al río Oca y a la futura vía verde que aprovecha el antiguo trazado del ferrocarril Santander-Mediterráneo, es idónea para los días de verano en los que el calor aprieta dado su carácter sombrío. A 300 metros del comienzo nos encontramos con la zona de descanso de Socastillos provista de bancos y mesas así como de un manantial en el que aprovisionarse de agua.
El punto más llamativo del recorrido es el último de los tres puentes que atraviesa el río con una pequeña pasarela colgada de la roca de la montaña. Es aquí donde nos toparemos con una placa que nos recuerda el triste final de un zagal que, buscando una de las cabras de su rebaño, acabó despeñándose por los altos riscos de enfrente.
Más adelante nos toparemos con la carretera que conduce al pueblo de Villanueva de los Montes, momento este en el que nuestra ruta hace un giro para regresar de nuevo hasta Oña. Para los más audaces se puede continuar por el sendero de los Miradores de Oña BU-107 que aprovecha inicialmente la carretera anteriormente mencionada.
